Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2011

En defensa del placer o ¿es ansiedad o placer?

Imagen
"Es que como de más porque me encanta la comida" , "Como de más porque es en lo que más encuentro placer".  ¿Es realmente placer? Para que haya placer es necesario estar presentes.  Si vas a comer una manzana: verla, olerla, agradecerla y honrarla (ver el tiempo personas y acontecimientos involucrados para tenerla entre mis manos)  sentir cómo se siente en mi boca, cómo va cambiando el sabor mientras la mastico, cómo cae en mi estómago, qué sucede en mi cuerpo cuando cae, cómo la recibe, cómo se nutre mi cuerpo con esa manzana.   El comer con placer es toda una experiencia consciente.  Placer no es comer inconscientemente una bolsa de papas fritas sentada frente a la televisión.  ¿Te diste cuenta de su sabor? ¿de sus condimentos? ¿de su textura? ¿cómo cayeron en tu estómago?  Sólo puedes darte cuenta de que te las acabaste y que sigues con ganas de más, y quieres más porque no "estabas ahí" cuando las comiste.  Ese no es placer esa es ansiedad.  También

DEL VIRTUOSISMO DE LA DIETA AL DESFOGUE DEL ATRACÓN

"Los instintos no pueden ser reprimidos. No podemos reprimir nuestra necesidad de sobrevivir, pero podemos y de hecho lo hacemos, interferir con sus síntomas y señales.  Esto se logra interrumpiendo el proceso en transcurso, impidiéndonos a nosotros mismos llevar a cabo cualquier acción que sea la apropiada" Fritz Perls.  La raíz de los problemas con la comida se sustenta en que no le hacemos caso a nuestros mecanismos internos de hambre y satisfacción. Comemos de más para aplacarnos, para prolongar el placer, para evadirnos, para no sentir, para no pensar, etc. ; comemos de menos, para sentirnos virtuosas, obtener el cuerpo ideal, castigarnos, demostrar a los demás que no somos tan voraces.  O bien, penduleamos de un extremo al otro, del "virtuosismo" de la dieta al desfogue del atracón, para tratar de robar un poco del placer que se nos escapo cuando nos restringimos. En el inter soñamos, hacemos planes alimenticios, promesas, nos reprendemos, nos sentimos fraca