"Ya no soy, ya no soy, la de este cuerpo extraño, ahora siento el corazón" Natalia Lafourcade (En el 2000)

¿Cuál es tu estilo: Restrictivo o Permisivo? 


Por muchos años hice cualquier cantidad de dietas: la del plátano con leche, la de la luna, la de los trece días, etc.  Recuerdo haber comido una cantidad enorme de huevos cocidos (guácala) toronjas, y lechuga sólo con limón. El vivir a dieta era mi forma de vida, claro que luego empezó el desorden alimenticio y ésa empezó a ser mi forma de vida.  En otras palabras me la vivía restringiéndome.  En el Taller Razones de Peso hago hincapié en la restricción y en sus efectos adversos.  Sin embargo, una amiga me hizo notar que:  "no todas nos restringimos, muchas llevamos años sin hacer una dieta".  Esto me sonó familiar, busqué el libro de Geneen Roth, "Women Food and God" y encontré que ella hizo el mismo descubrimiento: 

"Cuando dejé de hacer dietas , asumí que todos los comedores compulsivos querían reglas, guías, hasta que se rebelaban contra ellas y entonces se atracaban, hasta que mi dietista (....) me dijo que muchas personas odiaban las dietas (...) al explorar esto con mis estudiantes, descubrí que alrededor de la mitad de ellos nunca han sido exitosos en una dieta (...) Me quedó claro que no todos los atracones son por haberse restringido, para muchos comedores emocionales el atracarse, o el comer en exceso, es una forma de vida...". (Roth, G.  2010) 

En este capítulo Geneen Roth hace una distinción entre los Permisivos y los Restrictores y es de ellos sobre los que escribiré hoy.  Antes quiero dejar claro que éstas no son etiquetas.  No soy partidaria de las etiquetas, ya que encasillan, limitan y determinan a las personas.  Somos más que una definición, y puede que te identifiques de alguna manera con los dos. 


Restrictores:

• Creen en el control, creen que el caos  es inminente y que es su responsabilidad controlarlo.  La restricción les proporciona seguridad pues están haciendo algo para controlar ese caos.
• Son propensos a desórdenes alimenticios tales como anorexia, bulimia y ortorexia. 
• Se restringen ellos mismos antes de que el ambiente los restrinja.  Dejan de hacer cosas para no ser lastimados, se limitan antes de ser castigados (definitivamente sí soy de estos).  
• Son extremadamente sensibles a su cuerpo, saben perfectamente si han subido o bajado de peso sólo con el roce de la ropa, por lo que tienen sumamente claras sus sensaciones de hambre y saciedad, sin embargo tienden a desestimar la primera.
• Después de un período de restricción muchos tienen un período de "Permisividad" el cual les permite un poco de inconsciencia, sin embargo no dura mucho, vuelven a la realidad con culpa y generalmente se aplican una conducta compensatoria (vómito, laxantes, ejercicio, ayuno, dieta extrema) por el "desliz".

Permisivos 

• Odian las reglas.  Prefieren vivir la vida dentro de una neblina.  Así no sienten dolor.  Generalmente no se permiten sentimientos "negativos" preocupación, tristeza, enojo.  
• Su seguridad está basada en ir con la corriente.  Los restrictores tratan de controlarse ante el caos, los permisivos se disuelven en este:  es mejor estar medio anestesiado y seguir la fiesta.  Pasarla bien
• Se quedan conectados en las sensaciones placenteras y tratan de acumular lo positivo alegría/comida/atención, por si después hace falta.
• En la oportunidad que tienen escapan de su cuerpo anestesiándolo con lo que esté a la mano: comida, trabajo, compañía.  
• Les cuesta trabajo distinguir tanto el hambre, como la saciedad, porque  no están en su cuerpo: Una vez escuché en una junta de Comedores Compulsivos a una mujer que decía que para recordar que tenía cuerpo tenía que ajustarse el cinturón de tal manera que en la noche le dejaba marcas.   Otra forma en que se escapan del cuerpo es distrayéndose en  mundo exterior.   
• Pueden tener períodos de restricción, los cuales no aguantan mucho y viven con una agonía terrible.  

Como dije anteriormente podemos tener características de ambos o bien tener "épocas" en las cuales estamos más en un extremo que otro.  


Tanto para los Restrictores como para los Permisivos el camino nos lleva a HABITAR TU CUERPO.  


Los Restrictores lo habitan con miedo, como un lugar peligroso e inseguro, por lo que la tarea es empezar a sentirlo como un lugar amigable, que no te va a engañar.  Una de las experiencias que a mí me ayudó fue durante mi primer embarazo:  "Si mi cuerpo es capaz de crear una vida nueva sin intervención de mi voluntad, seguramente no necesita tantas instrucciones ni control de mi parte".  Los Restrictores necesitan desarrolla CONFIANZA.  Ayuda el darse cuenta de que el corazón late, el estómago digiere, los pulmones respiran y todo trabaja en orden sin que tú estés pendiente de que esto pase.  Así muchas cosas en el mundo funcionan así. Date cuenta de tus miedos y ve si son racionales o no.  


Por otra parte los Permisivos, son expertos escapistas, les cuesta trabajo quedarse ahí.  Para ellos es necesario empezar a  QUEDARSE A SENTIR.  Pueden empezar con sensaciones sencillas como el pie dentro del zapato, los dedos tocando el teclado de la computadora, el roce del pelo contra la ropa y poco a poco empezar con las sensaciones internas (las cuales incluyen: hambre saciedad y..... emociones)  todo esto con cuidado, sin prisa.  Poner de propósito cada día aguantar un poco más dentro de nuestra piel.  Puede ayudar un masaje, la meditación o ejercicios de Yoga.  Date cuenta cada vez que dejas tu cuerpo y permítelo, pero date cuenta cuando, cómo y dónde pasa. ¿cuándo es más fácil quedarte y cuando es necesario huir?